Estas semanas donde hay puentes, en este caso más bien acueducto, me descolocan por completo. En algún momento del día tengo que pararme a pensar en qué día estamos y luego llega el viernes sin haber echo nada de provecho (no contaremos las horas con las niñas de juegos y broncas). Cuando hablo de aprovechar el tiempo me refiero a seguir con mis trabajillos literarios y a adecentar un poco la casa porque con tantos días estando con las niñas no está precisamente muy ordenada. Piensas que mañana, cuando las niñas estén danzando por casa estará igual de mal, pero más vale que se ordene un poco porque la cosa puede ir a peor y no me gusta ver tanto desorden. Quien me conozca se reirá porque yo no soy precisamente una loca del orden sino todo lo contrario, pero con los juguetes de las niñas tengo que tenerlos ordenador porque verlos esparcidos por todo el comedor me pone de los nervios. Me gusta tener el comedor ordenado (dentro de lo que cabe) y no tropezarme con globos, pequeñas piezas de muñequitos porque en más de una ocasión me he echo daño en el pie.
2 comentarios:
Las piezas pequeñas de los juguetes que se pisan son criminales, ¡qué dolor!
Que te sea leve, Amelia.
jaja, es horrible, si pero cuando uno tiene niños las piezas aparecen de la nada, por mucho que una las recoja siempre acaba una por encontrar alguna.
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