aquí lo tenemos, el calor que nos acompaña todo el mes de julio sigue dando la tabarra y las noches son una orgía de sudores y más sudores recorriendo nuestro cuerpo. Y no estoy hablando de ese sudorcillo sexual que tanto nos gusta, sino el asqueroso que se pega a la piel y no nos deja dormir en toda la noche. Ni que hablar de los tediosos mosquitos(según estudios son mosquitas) que nos rondan y chupan la sangre. Yo acabo por la mañana con más manchas que cuando tenía acné en mi juventud. Y lo divertido no es solo eso, sino el llanto de alguna de mis hijas en mitad de la noche para despejarnos por si los mosquitos y la calor no lo habían echo ya.
Paciencia, me digo a mi misma todos los días, pero es una palabra tan facil de decir y tan dificil de llevar a cabo...