Stena se hizo paso entre la maleza que se iba tornando cada vez más difícil de traspasar a medida que se internaban en el Bosque Profundo. La seguían de cerca Breogán y el chico desconocido sin decir nada. De cerca se escuchaban las pisadas atenuadas por las hojas en el suelo del bosque de sus perseguidores que no se rendían. Stena había supuesto que una vez comenzaran a adentrarse entre la hojarasca de árboles antiguos los Marlon no los perseguirían, pero estaba equivocada. Aquellos Marlon eran persistentes y tendrían que adentrase aún más en el bosque, pese a las advertencias que había escuchando de su padre. Ni siquiera el clan de lobos se atrevía a penetrar por la zona de los seres feéricos.
-¿Estás segura?- le dijo Breogán una vez que se dio cuenta de la dirección que estaba tomando Stena.
-No hay otra forma de deshacernos de ellos
-¿Y si vamos a mi clan?
-A ti te protegerán, pero ¿y a mi? Quizás es mejor que vayas tú hacia tu clan y así al dividirnos los Marlon también tendrán que hacerlo.
-Ni lo pienses. No voy a dejarte sola. Le prometía Tardin que cuidaría de ti.- lo dijo con tal ímpetu que Stena se quedó callada y sin saber que replicar.
-Gracias- le dijo al desconocido que estaba junto a ellos.
-No hay de qué.
-¿Pero qué hacías allí?
-No es momento de explicaciones- dijo mientras apartaba una rama baja con su mano derecha.
-¿Y cómo te llamas?
-Eloivh, del clan del Viento.
-¿El clan del Viento? No había oído hablar nunca de ellos. ¿están muy lejos de aquí?
-Bastante.
-Más aprisa- los interrumpió Breogán notando el ruido de sus perseguidores más cerca.
Siguieron avanzando hasta llegar a un arroyuelo y decidieron seguir su corriente arriba para no arriesgarse a perderse. Tomaron como referencia una gran roca que estaba junto al agua y siguieron el curso opuesto del agua.
Cuando llevaban un buen rato caminando junto al agua Eloivh se paró en seco.
-¡Alto!- gritó a los demás. Stena y Breogán se pararon en seco y miraron a Eloivh- creo que ya no nos siguen.
Stena se sentó en el suelo aliviada notando como el ruido roto de las hojas secas cedía bajo su trasero.
-¿Estás bien?- exclamó preocupado Breogán acercándose a ella.
-¿Sois pareja?- preguntó Eloivh.
Stena y Breogan se miraron a los ojos y se sonrojaron.
-¿Pareja?- la voz de Breogán fue un tanto exagerada y comenzó a reírse.- no podemos ser pareja, somos de clanes diferentes. Además yo soy el hijo del jefe del clan de los Balan y no me rebajaría a tener como pareja a una Kanla.
Stena se levantó enfadada y le dio una bofetada a Breogán tan fuerte que el ruido que provocó rebotó en los troncos de los árboles colindantes.
-¿Porqué me pegas?- dijo Breogán tocándose la mejilla dolorida. Si su padre tenía razón cuando decía que debía de andar con cuidado con las mujeres.
-¿Rebajarte por escoger a una Kanla? Si no sabes nada de nosotros,como puedes decir semejante tontería.
Eloivh vio la escena divertido y se sentó sobre una roca lisa para contemplar a ambos jóvenes discutiendo y sintió cierta añoranza.
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