Siempre que vamos al Decatlon nos dejamos una pasta impresionante. Eso de que están las cosas más baratas te anima a ir y al final llenas el carro. Son cosas que necesitas, si, pero ya no son tan baratas. Los bikinis, por ejemplo, el año pasado yo los vi mucho más baratos que este año. Porque este año te compras el bikini por piezas y al final te sale la broma por más de 30 euros mientras que el año pasado estaban mejor de precio. Y luego está el echo de que mucha gente se compra allí el bikini y luego te encuentras en la piscina con mucha gente llevando el mismo conjunto.
Lo que sí que me gusta y me han salido bien son esas toallas que te ocupan muy poquito espacio en la mochila y aunque, no sequen tan bien como las otras, compensa el echo de que no te pesa tanto la mochila a la hora de ir a gimnasio.
Al final nos hemos tirado más de una hora en la tienda y nos lo hemos pasado bien porque aunque había bastante gente los pasillos eran muy anchos y se podía estar genial mirando las cosas.
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