Puedo catalogar la primera cena con padres y niños de P3 como una total locura. Y es que ayer quedamos para cenar con toda la clase de mi hija pequeña, niños, padres, hermanos con lo que acabamos por llegar a ser más de 70 personas. El lugar escogido fue una cervecería de Montcada porque era el mejor sitio para que los niños pudieran corretear libres por el recinto, pero aquello terminó un poco en descontrol. Algunos subidos a las mesas de piedra, otros arrancando las hojas de unas ramas bajas de los árboles, otros usando las farolas como "barras de bomberos",.... pero bueno, solo terminamos con un par o tres de cocos en la cabeza y varias peleas, con lo cual el encuentro no fue del todo mal. Los que peor lo llevaron fueron los camareros que acabarían hasta las narices de nosotros. Nosotras tres salimos de la cervecería (mi marido, el muy suertudo, tenía otro compromiso) a eso de las once y cuarto, cuando comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia. Llegamos a casa, les di una ducha rápida y, en cuanto se metieron en la cama cayeron a minuto y medio. Me tumbé en el sofá y a los cinco minutos me quedé frita.
La mañana espléndida porque se han despertado a las diez de la mañana, toda una novedad acostumbrados a que se levanten los fines de semana a las siete y media.
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