Si hasta ese momento Stena sabía hacia donde se dirigía ahora se hallaba totalmente perdida. Desde que se encontraron con el Yonak se habían adentrado tanto en el Bosque Profundo que hasta ella dudada de que pudieran salir de allí. Todo a su alrededor era nuevo, los árboles eran distintos y no escuchaba los susurros que emitían entre ellos, el viento traía un olor extraño y miles de ojos parecían estar puestos en ellos, pequeños observadores de mirada brillante. Su instinto le decía que no debían de estar en aquel lugar, pero no sabía como salir de él. Se sentía presa de un hechizo de algún duendecillo malvado que jugaba con ellos para conducirlos hasta el corazón del bosque. El manto de musgo en el suelo había sido sustituido por un suelo reseco y carente de vida. Ni siquiera había podido ver una pequeña amanita a las que les encantaba vivir en el interior de los bosques húmedos. En cambio los troncos de los árboles se retorcían de una forma siniestra con sus ramas tocandose las unas con las otras pero sin una sola hoja. Todo parecía muerto. Sabía que no era buena señal y se preguntó si saldría de allí con vida.
¿No sería mejor dar la vuelta?- dijo Breogán apoyando una mano en el tronco de un árbol. El muchacho notó como el tronco vibraba y apartó la mano asustado.- ¡El árbol se ha movido!
No digas tonterías Breogán, que los árboles no se mueven.- se burló Stena
Pero me había parecido que...- Breogán miró el tronco el árbol pero no vio nada raro en él.- bueno, de todos modos sería mejor dar la vuelta, esta zona no me gusta.
A mi tampoco- exclamó Eloivh mirando a su alrededor alerta.
Es lo que intento hacer desde hace más de media hora, pero me temo que nos hemos perdido- se sinceró Stena sabiendo que Breogán se burlaría de ella. En cambio el muchacho la miró serio y miró al nuevo acompañante interrugante.
¿ Y ahora?- dijo Breogán.
Es mejor que sigamos caminando, no estamos seguros quietos.
¿Seguros de qué?- Breogán se dio cuenta de que no conocían de nada a Eloivh. No le había preocupado mucho hasta entonces ya que estaban huyendo pero ahora que se encontraban a salvo de sus perseguidores se dio cuenta de que aquel individuo que decia pertenecer al clan de Viento, un clan del que nunca había oído hablar, estaba junto a ellos como si fueran amigos de toda la vida. Claro que a Stena tampoco la conocía pero al menos sabía que pertenecía al clan de los Kanla, que sí conocía desde siempre.- llevamos un buen rato contigo y no haces más que hablar de forma muy misteriosa. No te conocemos de nada y debemos hacerte caso.
Breogán, nos ha salvado la vida.
Lo se, y le estoy muy agradecido, de verdad, pero no sabemos nada de él y caminamos juntos. Nunca se camina al lado de una persona que no conoces de nada, por mucho que te haya salvado la vida. No puedes fiarte de nadie.
Muy cierto. Así que creo que os merecéis saber quien soy, pero ahora no. No es un buen lugar para detenerse. En cuanto busquemos un lugar más seguro os contaré mi vida.
Si no has estado antes en este bosque ¿cómo sabes que no es seguro?- quiso saber Breogán pensando que Eloivh algún secreto.
¿No has visto al Yonak? Si había un Yonak seguro que pueden aparecer otras bestias igual o peor.
Tiene razón. Sigamos- dijo Stena comenzado a caminar de nuevo.
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