Stena miró a Eloivh desconcertada. No acababa de entender la poderosa atracción que había ejercido el Yonak sobre ella. Los ojos del animal la habían hipnotizado de tal modo que había sido capaz de acercarse hasta el animal sin ninguna protección, pero lo más raro es que el Yonak también había sentido lo mismo. Stena vio en los ojos oscuros de la bestia un destello extraño, como una llamada y todo a su alrededor desvanecerse como un mal sueño para luego ver a Eloivh interponerse entre la mirada de la bestia y la suya. Ella habría huido espantada al igual que el Yonak pero Breogán la había agarrado por los hombros para despertarla de su ensoñación.
¿estás bien?- le dijo Breogán preocupado.
Si, si- dijo despertando del sueño
¿Qué ha pasado?- dijo Eloivh después de ver desaparecer al Yonak entre la espesura y viendo a la desconcertada muchacha.
Fue extraño- dijo y entonces le dio un mareo y tuvo que agarrarse a Breogán para no caer al suelo.
¿ te encuentras mal?- exclamó Eloivh tocando a la muchacha por el brazo para sujetarla también. Fue entonces cuando Eloivh lo notó. Hasta entonces no la había tocado pero sintió una extraña fuerza emerger desde el interior de la joven e intentar salir fuera, pero una barrera se interponía en su camino.
¿Tus padres son humanos?- dijo de pronto Eloivh como si comenzara a entender el extraño comportamiento del Yonak.
¡ Qué pregunta más tonta! ¿Qué van a ser sino?- dijo Breogán mirando al muchacho.
Stena no contestó sino que se quedó mirando a Eloivh sorprendida pero entendiendo algunas de las dudas que la habían atenazado durante los últimos meses. No era la primera vez que le pasaban cosas extrañas, como la vez que, meses atrás, estaba sola en el bosque y escuchó una voces que parecían provenir de los árboles, como si éstos cantaran. Se lo contó a su madre y ésta no la tachó de loca sino que la miró con pena desviando la mirada para luego cambiar de tema. Y luego la noche en la que vio unas extrañas luces cerca del poblado y fue a investigar. Cuando se acercó hasta donde estaban asombrada observó a varias hadas que revoloteaban riendo entre los árboles. En aquella ocasión no le dijo nada a nadie porque pensó que se burlarían de ella. Los seres feéricos no existían mas que en los cuentos para niños y ella era una guerrera del clan Kanla.
- ¿Porqué tu pueblo se llama el clan Kanla? ¿No se llama así el clan de lobos que hay por estos territorios?- quiso saber Eloivh
- Cuentan nuestros ancianos que nuestro clan antes se llamaba el clan de la Roca pero uno de nuestros antepasados, un anterior jefe del clan se enamoró de una desconocida que apareció de pronto en el bosque, se llamaba Kanla. Estaba desamparada y el clan la acogió como a uno más de ellos. Trokan, el jefe del clan la hizo su esposa y le dio un niño, pero la noche en la que dio a luz al bebé la muchacha desapareció dejando solamente un mechón rubio de su melena. Unos días más tarde Trokan que iba paseando por el bosque se topó con una loba blanca y cual fue su sorpresa que no intentó matarle sino que lo observó de lejos con la mirada triste. Trokan viendo los ojos verdes del lobo se dio cuenta de que eran los mismos que los de su mujer y la llamó para pedirle que volviera, pero ésta dio media vuelta y despareció. Nunca más volvió a verla pero alguno de los cazadores del clan aseguraban haber visto a una loba blanca encabezar el clan de los lobos del Bosque Profundo. Por eso nuestro clan se llama,desde ese momento, Kanla. Yo soy descendiente del hijo de la loba Kanla.
- Interesante- dijo Eloivh pensativo.
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