
La mañana se nos ha terminado cuando mi hija pequeña ha lanzado a la cara de su hermana un puñado de arena dejandola gritando de dolor porque todo ha ido a parar a sus ojos. Entre los gritos de la grande por el dolor y los lloros de la pequeña por haberse portado mal nos hemos tenido que marchar con un mosqueo tremendo(después de limpiarle la cantidad de arena que se le había metido a la pobre en los dos ojos). Y es que no podemos ir a ningún lado con las dos sin que provoquen algún tipo de catástrofe(suspiro), pero así son los niños y al final mi marido y yo nos miramos resignados mientras cogemos el coche y nos volvemos a Montcada con la firme convicción de que no volveremos a la playa hasta verano(cosa que no será cierta porque a mi marido le encanta ir a pasear al lado del mar)
La foto es de esta mañana. A la izquierda podemos ver a dos chicas dentro del agua. Debía de estar helada. Luego no me he fijado si han salido con la piel azul, pero aplaudo su osadía.
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